La Fiscalía acepta que Puigdemont sea entregado a España por sedición

Así lo recogía la semana pasada el periódico El Mundo. Es decir, el magistrado está dispuesto a que el ejecutor del referéndum de independencia del 1 de octubre pueda sentarse en el banquillo por “alzarse pública y tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las Leyes o a cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario público, el legítimo ejercicio de sus funciones o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o judiciales”, según recoge el código penal.

En cambio, Puigdemont se libraría de ser juzgado por un delito de rebelión, esto es, por  “alzarse pública y violentamente con el fin de declarar la independencia de parte del territorio nacional”.

Las penas son significativamente distintas: mientras la rebelión está castigada con hasta 25 años de cárcel, en el caso de la sedición, el máximo número de años de prisión previsto es de 15.

“Se hace necesario ceder”

Fuentes cercanas al caso consultadas por El Confidencial Digital afirman que el magistrado ha tomado la decisión de acuerdo con la Fiscalía, que considera proporcional y conveniente la medida.

Las razones que alegan es que se hace necesario ceder por la vía penal para conseguir la extradición de Puigdemont a España para que comparezca ante la Justicia. Aun a costa de que termine siendo juzgado por un delito más leve que aquel por el que inicialmente fue investigado.

Se refieren las mismas fuentes al hecho de que el tribunal alemán que debe decidir la extradición del ex president no apreció indicios suficientes de violencia para procesarlo por rebelión. Miembros del Ministerio Público se reunieron en La Haya con fiscales germanos para intentar explicar mejor por qué sí se dio violencia en los días del referéndum.

De hecho, el Supremo remitió a la Audiencia de Schleswig-Holstein un informe más detallado de las pruebas de rebelión y malversación, sin que los tres jueces (uno de ellos, simpatizante del nacionalismo danés) hayan decidido aún qué medidas adoptar con Puigdemont.

Según las mismas fuentes, hay que conseguir “a toda costa” que el ex president deje de gozar de una situación de libertad en Alemania, fugado de la Justicia. La prioridad es que regrese a España cuanto antes. “Si no podemos traerlo por rebelión, pues lo traeremos por sedición. Pero tenemos que traerlo”, remachan las mismas fuentes.