Detenido a finales de abril

El fotógrafo Kote Cabezudo permanecerá en prisión hasta que se celebre el juicio

Imputado por agresión sexual y producción de pornografía infantil, la Fiscalía ha solicitado prisión preventiva por riesgo de destrucción de pruebas

Cinco años después del inicio de la instrucción, el fotógrafo erótico Kote Cabezudo ha sido enviado a prisión provisional, decisión que la Audiencia de Guipúzcoa ha ratificado hasta que dé comienzo el juicio por nueve presuntos delitos; entre ellos, agresión sexual.

Durante todo este tiempo, las distintas acusaciones han solicitado hasta en nueve ocasiones la prisión provisional para el fotógrafo donostiarra, que tanto la primera instructora como la Audiencia han rechazado. Esta situación incluso ha costado una querella por prevaricación contra la juez, Isabel Pérez Asenjo, y su salida del procedimiento.

A principios de año, se produjo un cambio en el juzgado de instrucción número 4 de San Sebastián y el nuevo magistrado, Julián García Marcos, ordenó el ingreso en prisión de Cabezudo. Su defensa recurrió a la Audiencia, mientras que la Fiscalía apeló para que su situación no se alterara hasta el inicio del juicio. Algo a lo que ha accedido, según ha podido saber Confidencial Digital.

Por tanto, Cabezudo, imputado por varios presuntos delitos (contra la libertad sexual y la intimidad, agresión sexual, abuso sexual, estafa, delitos contra el honor, injurias, descubrimiento de secretos, amenazas y asistencia a espectáculos exhibicionistas o pornográficos, además de producción y distribución de pornografía infantil) permanecerá en la cárcel de Martutene hasta el inicio de las vistas orales.

Fuentes cercanas al caso afirman a ECD que la defensa de Cabezudo solicitará previsiblemente la salida de prisión, alegando que no existe riesgo de fuga y destrucción de pruebas. La Fiscalía, por su parte, también alega la reiteración delictiva del imputado para solicitar que siga encarcelado de forma preventiva.

Siete denuncias

Cabezudo ha recibido siete denuncias desde 2013. Se trata de antiguas modelos que han visto cómo las fotografías en la que posaban de manera erótica, poses exigidas por Cabezudo, aparecían en revistas internacionales o páginas pornográficas sin su consentimiento.

También existen denuncias por agresión o abuso sexual; dos de ellas, de modelos que en aquel momento eran menores de edad. Asimismo, se relaciona al fotógrafo con un caso similar en Senegal.

 

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