Puño al hombre que colocó cámaras en los baños de mujeres en su empresa

Cámara de seguridad

Una trabajadora de Konecta Valladolid descubrió por accidente que había una cámara de vídeovigilancia instalada en el servicio de su centro de trabajo.  La empleada lo denunció a sus superiores y fueron los informáticos de la empresa quienes comprobaron que la cámara tenía una tarjeta micro-SD y que estaba grabando en ese momento.

La Policía Nacional detuvo a uno de los empleados, de 51 años, como responsable de los hechos. Después de tomarle declaración fue puesto en libertad aunque con la prohibición de que se acerque a la empresa.

La Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado, a través de un comunicado de la Sección Sindical de Konecta en Valladolid, que tomará medidas legales.

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