Una vía penal contra la muerte de aves en torres de electricidad
El fiscal Antonio Vercher, coordinador de la Unidad de Medio Ambiente, ha remitido un oficio a la red de fiscales especialistas en el que alerta sobre el peligro que supone para las aves las torres de electricidad que no están adecuadamente aisladas o con estructuras no adaptadas que pueden electrocutar a los animales.
En un comunicado, la Fiscalía ha informado de que ha iniciado una serie de investigaciones para aplicar el delito sobre la explotación de instalaciones peligrosas que tengan incidencia ambiental y el de maltrato animal, lo que castigaría con penas de prisión, multa o inhabilitación a quien cause la muerte o lesiones a los animales.
El Código Penal, además, también penaliza los daños de espacios o de especies protegidas de fauna silvestre.
Jurisdicciones diferentes
El oficio cita una sentencia de un juzgado penal de Madrid que condena al titular de una línea eléctrica que provocó la muerte de varias aves por no realizar los cambios estructurales en los apoyos en cuanto a la disposición de los cableados y las características y ubicación de otros elementos como los aisladores.
También se cita otra sentencia de un juzgado de lo contencioso-administrativo de Barcelona que impone una multa de 12.000 euros a la empresa que provocó que una cigüeña blanca se electrocutara.
La Fiscalía afirma que esta cuestión se está llevando a cabo en dos ámbitos jurisdiccionales de manera paralela, lo que no es legalmente aceptable, y que la nueva regulación normativa centrada en los perjuicios causados en las aves "puede ser la solución más correcta tanto desde el punto de vista legal como desde el punto de vista práctico".
