Las prisas de un juez por interrogar a unos detenidos le cuesta una sanción del Supremo

Imagen de la mano de un juez, con la toga negra que visten en las vistas orales. - EDUARDO PARRA : EUROPA PRESS.

El Tribunal Supremo ha confirmado la multa de 501 euros que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) impuso a un juez sustituto por ordenar a la Policía que les llevara a los detenidos "cagando leches", una expresión que la Comisión Disciplinaria consideró que constituía una falta grave de consideracióncontemplada en el artículo 418.5 de la Ley Orgánica del Poder Judicial porque se trata de "expresiones a todas luces impropias de un servidor público en ejercicio del cargo".

La sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal recuerda los hechos por los que fue sancionado el magistrado, que ejercía de juez sustituto en el juzgado en el de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Figueres, se remontan a enero de 2022, cuando el magistrado se hallaba en servicio de guardia. Así, a primera hora de la mañana los diferentes cuerpos policiales que actúan en el partido judicial (Mossos de Figueres, Mossos de Roses, Guardia Civil, Policía Nacional) comunicaban al Juzgado el número de detenidos, una pequeña reseña y si pasarán a disposición judicial el mismo día o el día siguiente.

En conclusión, el Tribunal Supremo considera que "el tono y las expresiones empleadas" por el magistrado en sus dos conversaciones telefónicas, descritas en los hechos probados del acuerdo sancionador, "ponen de manifiesto, sin duda alguna, la comisión de la infracción imputada, en cuanto revelan un trato de grave falta de respeto hacia los miembros del Cuerpo Nacional de Policía que intervinieron en la gestión del traslado de los detenidos a la sede judicial, sin causa legítima que pudiera justificarlo, evidenciando un claro menosprecio hacia la labor de éstos y un reprochable e intolerable exceso verbal contrario a la más elemental cortesía exigible a quien ejerce funciones judiciales".

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