Tres años de cárcel a un auxiliar de enfermería por robar ketamina en un hospital

La Audiencia Provincial de Alicante también impone un año y dos meses de prisión a la persona que revendió el medicamento

Hospital General Universitario de Alicante
Hospital General Universitario de Alicante
  1. Un año y dos meses para el amigo comercializador
  2. Reventa a 35 euros el vial
Audiencia Provincial de Alicante
Audiencia Provincial de Alicante

La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Alicante ha condenado a tres años y diez meses a un auxiliar de enfermería del Hospital General Universitario de Alicante que sustrajo al menos 135 viales de un medicamento inyectable que era una sustancia psicotrópica por su principio activo de ketamina.

Un año y dos meses para el amigo comercializador

La sentencia, que ha sido dictada por conformidad de las partes, tras el acuerdo alcanzado entre la Fiscalía y las defensas, impone también otra pena de un año y dos meses de prisión a otro acusado, amigo del auxiliar.

El Tribunal considera al sanitario autor de un delito continuado de hurto con la atenuante de reparación del daño y de un delito contra la salud pública con la agravante de prevalerse del carácter público de su cargo. 

Asimismo, aplica para ambos delitos la atenuante de dilaciones indebidas.

La resolución condena al otro penado por la comisión de un delito continuado de receptación, con atenuante de reparación del daño, y de un delito contra la salud pública con atenuantes de drogadicción y dilaciones indebidas.

Ambos condenados deberán indemnizar de forma conjunta al Hospital General Universitario de Alicante con 660 euros, valor al que ascendían las sustancias sustraídas.

Reventa a 35 euros el vial

Los hechos, según recoge la sentencia, sucedieron entre finales de 2017 y febrero de 2019, cuando el auxiliar de enfermería se aprovechó de su puesto de trabajo para sustraer, en ocasiones al descuido, al menos 135 viales del medicamento, que tenían un precio de 4,90 euros el vial.

Ante la sospecha de una comercialización ilícita de esas sustancias, la Policía Nacional estableció un dispositivo de vigilancia que determinó que el sanitario le vendía los viales al otro condenado, al que le unía una sólida relación de amistad. A su vez, el comprador, que conocía el origen ilícito del medicamento, lo revendía a terceros a 35 euros la unidad.

En el momento de los hechos, este acusado era consumidor de estupefacientes y tanto él como el sanitario consignaron 660 euros antes de la celebración del juicio para satisfacer la responsabilidad civil en caso de condena.

 

Video del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero
Comentarios