El acusado de matar a un compañero de cárcel defiende que lo hizo tras meses de "tocamientos"

Acabó con la vida de la persona con la que vivía en el módulo de la cárcel de Albote en Granada

Edificio_del_Banco_de_España,_Granada,_2017-10-21,_Triplecaña_02

El acusado de matar a puñaladas a un compañero de módulo penitenciario en la cárcel de Albolote, en el área metropolitana de Granada, se ha declarado culpable ante el jurado popular que enjuicia el caso, si bien ha defendido que lo hizo porque el "miedo pudo más" que él tras una discusión entre ambos en que ha mantenido que fue amenazado de muerte, después de meses soportando "tocamientos sexuales".

En la primera sesión del juicio de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, que ha dado comienzo este lunes en el edificio judicial de Caleta, con la constitución del jurado popular, el procesado ha dicho que llevó adelante la acción, sobre las 17,30 horas del 29 de junio de 2017, cuando le habría asestado hasta 23 cuchilladas con media hoja de tijera, pero no por un tema de drogas sino porque el finado "abusaba" de él y se le "fue de las manos".

"No vengo a justificar lo injustificable", ha indicado, tras pedir perdón a la familia de la víctima, frente al jurado, ante el que el Ministerio Público ha expuesto que pide provisionalmente diez años y medio para el acusado por la presunta comisión de un delito de homicidio, pese a que en un inicio solicitaba 15 años y medio por supuesto asesinato.

En una discusión previa en un aseo, el acusado ha señalado que el finado intentó "toquetearle" y, tras negarse, le asestó supuestamente un "puñetazo" al que le respondió con un "guantazo" que derivó en que su víctima lo amenazara de muerte, para lo que habría pedido "un cuchillo" de mayores dimensiones del que solía llevar.

"Tenía 47 años y yo tenía 24", ha recordado en referencia a esos "tocamientos" que ha señalado también que supusieron "un trauma muy grande" para él. Por todo ello, y siempre según la versión que ha esbozado ante el tribunal, ya fuera del aseo, aquella tarde, y en estado de "shock", ha dicho que "reaccionó" con la media hoja de tijera que ha señalado que llevaba siempre "por precaución".

La acusación particular que representa a la mujer con la que la víctima mantenía una "relación estable de pareja con convivencia desde 1991" le pide, en sus conclusiones provisionales, 18 años de prisión por supuesto asesinato, o alternativamente, 13 años y medio por la presunta comisión de un delito de homicidio, con la agravante de abuso de superioridad. La Abogacía del Estado, que se adhiere a la petición fiscal, se niega a la responsabilidad civil que pide esta parte al no haber estado casada ni sido pareja de hecho del finado.

Por su parte, la defensa pide la libre absolución por el supuesto delito de homicidio, pidiendo la aplicación de las eximentes completas de anomalía psíquica y miedo insuperable, o incompleta de trastorno mental transitorio, así como la atenuante de confesión de los hechos. Solicita alternativamente la pena de dos años y medio.

Precisamente a preguntas de su abogado, el acusado ha detallado que los supuestos abusos duraron cuatro meses, desde que llegó él al módulo donde ya estaba previamente el que luego fue su víctima mortal. También "tenía que sacar tabaco, café" y otros productos para el fallecido, y "enseñaba un cuchillo" constantemente entre los amigos, también de más edad, que tenía allí, por lo que sufría "miedo" a que le "pudiera quitar la vida".

 

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