Piden 2 años y 9 meses para un policía que falsificó un documento para cobrar un trabajo que no realizó
El subinspector de la unidad se enfrenta a la misma condena por permitir el delito y cubrirle
La Fiscalía pide dos años y nueve meses de prisión para un Policía Nacional que falsificó unos documentos para cobrar una comisión que no realizó por un importe de 2.777 euros, todo ello "amparado, posibilitado y favorecido" por la mediación de su subinspector, quién se enfrenta a la misma condena. Ambos agentes serán enjuciados por estos hechos el próximo martes en la Audiencia Provincial de Madrid.
El Ministerio Fiscal les acusa de un delito continuado de falsedad en documento oficial y otro de estafa, el primero en concepto de autor y el subinspector como cooperador necesario. Además, demanda una multa de 3.300 euros y la suspensión para el desempeño del cargo de Policía Nacional durante el tiempo de la condena.
Según el escrito de acusación consultado por Confidencial Digital, el 24 de junio de 2019 el principal acusado -de 43 años- fue comisionado para intervenir durante ese verano en el dispositivo de prevención de incendios forestales como agente del Cuerpo Nacional de Policía, sección de caballería, en Santiago de Compostela. El trabajo debía empezar el día 1 de julio y terminar el 2 de septiembre de ese año, comisión por la que le correspondería cobrar 3.948,80 euros.
Sin embargo, el fiscal señala que "a sabiendas" de que la enfermedad que padecía su padre iba a impedirle incorporarse a la comisión, ni notificó esta situación a los superiores jerárquicos ni rechazó el trabajo. El agente puso esta circunstancia en el exclusivo conocimiento del subinspector encausado.
"Con la intención de obtener un inmediato beneficio patrimonial", el primero agosto el agente de caballería rellenó y firmó la certificación de la unidad proponente y cuenta justificativa para recibir el cobro de 1.913 euros "a sabiendas de que no había realizado desplazamiento".
De nuevo, el 2 de septiembre presentó el mismo documento para cobrar el resto de la comisión, otros 1.974 euros, a pesar de que se incorporó a sus servicios el 16 de agosto, y terminó con un beneficio patrimonial de 2.777 euros.
La actuación de este agente se vio "amparada, posibilitada y favorecida" por la mediación del subinspector, quien, con pleno conocimiento de que el agente no se había desplazado a Santiago de Compostela hasta el día 16 de agosto, "contribuyó en el diseño y ejecución de la maquinación fraudulenta, cubriendo y sustituyéndolo, y ello sin dar noticia de las incidencias que ocasionó la tardía incorporación del agente en el cuerpo desplazado en Santiago por el conducto reglamentario previsto, permitiendo con su actuación que éste percibiera las cantidades indebidas", según indica el fiscal.
