Indignación y sorpresa por la libertad provisional del conductor del triple atropello mortal en Castellón
Abogados alertan de que el juez no ha valorado la alarma social de su decisión
Tras ser puesto a disposición judicial, el conductor que arrolló a tres personas la tarde del pasado viernes, 2 de diciembre, en una céntrica avenida de Castellón causándoles instantáneamente la muerte, fue puesto en libertad provisional. Casi doblaba la tasa de alcoholemia permitida.
El titular del juzgado de instrucción número 1 de Castellón, en funciones de guardia tomó esta decisión basándose en que el joven de 24 años de edad no tenía riesgo de fuga a causa de su arraigo social, familiar y laboral.
Como medidas cautelares, el juez le retiró el permiso de conducción, lo que le imposibilita llevar un coche o un ciclomotor, y también queda obligado a ir a firmar ante el juzgado periódicamente.
Vecinos y abogados, indignados
Esta decisión judicial, que ha causado sorpresa e indignación en una gran parte de la ciudadanía de la capital de la Plana y sobre todo en los vecinos de la zona en donde ocurrió el atropello, tampoco ha sido valorada positivamente por abogados penalistas expertos en la materia.
“Dejándolo en libertad el juez no ha valorado la alarma social que puede causar su decisión”, afirma un penalista a El Confidencial Judicial.
Es cierto que el arraigo social, laboral y familiar del joven conductor no indica riesgo de fug, pero “el impacto que ha causado en la sociedad castellonense este suceso podría causar mucho revuelo social y alejar de Castellón al joven”.
Pena máxima de 9 años
A la espera de que se celebre el juicio, el joven conductor se enfrenta, tal y como dictaminó el juez de instrucción número 1, a tres delitos de homicidio por imprudencia, delitos por los que se enfrentaría a una pena máxima de 9 años de prisión.
“Aunque el delito de homicidio por imprudencia grave está penado con 4 años de cárcel, la reforma que introdujo la Ley Orgánica 2/2019 del 1 de marzo sobre la modificación en materia de imprudencia en la conducción de vehículos a motor o ciclomotor y sanción por el abandono del lugar del accidente, indica una pena máxima de 9 años, independientemente del número de víctimas”, ponen de relieve abogados penalistas de Castellón, expertos en otros casos de accidentes de tráfico con víctimas mortales.
La joven acompañante
Por su parte, la joven que abandonó el vehículo tras el atropello al resultar ilesa se enfrentaría a una pena de multa por un delito de omisión de socorro, pues no era ella la conductora del turismo de alta gama que arrolló a las tres personas que resultaron fallecidas.
La alta tasa de alcoholemia, que llegó a 0, 41 mg/l, doblando casi el 0,25 mg/l permitido, se convertiría en un agravante para la pena de prisión a imponer al conductor, pero siempre dentro del límite máximo de 9 años.
De hecho, “si el conductor hubiera sido parado por un agente de seguridad de tráfico en un control habitual de alcoholemia tan solo hubiera cometido una infracción administrativa”.
